lunes, 19 de diciembre de 2011

La gallina de los josefinos y las josefinas

Eran las cero horas con un segundo de la fría madrugada del domingo (ocho grados centígrados y viento helado) cuando unos 400 Josefinos yJosefinas, reunidos en el Ángel de la Independencia, gritaban:
“¡Nuestro gallo es gallina, y se llama Josefina!”
Aludían a la frase que el martes pasado había pronunciado Xóchitl Gálvez en la sede nacional del PAN, cuando Josefina Vázquez Mota se registraba como precandidata presidencial de su partido. “No tengo gallo. La mía es gallina. Y que no se les olvide: ¡las de los huevos son las gallinas!”, había dicho la hidalguense.
Era el inicio nocturno de este domingo y ahí estaba la aludida, la sonriente mujer acompañada de su familia, su precandidata panista, su gallo político que esgallina, Josefina Vázquez Mota. La dama panista ondeaba una bandera del PAN y una de México (la cual cambiaría a los pocos instantes: el Escudo Nacional estaba de cabeza, le hacía notar un ayudante), luego prendía una pequeña veladora —la llama de la esperanza, decía— y desde lo alto de las escalinatas de la columna de la Independencia decía que, a partir de ese momento y por 50 días más (hasta el 5 de febrero), pedirá el voto de los panistas.
Y sí, con la flama de la ilusión en la mano, rogaba esperanzada: “Quiero y voy a pedir, desde el voto del panista más sencillo del país, hasta el voto del panista más importante, el presidente Felipe Calderón. Y de su esposa Margarita Zavala”.
Sus Josefinas Josefinos, que ondeaban banderas de México y del PAN que les habían repartido minutos antes, la vitoreaban.
Después, en un fraseo que parecía dirigido a su competidor Ernesto Cordero, la mujer advertía con fuerte voz: “No vamos a negociar, no vamos a claudicar, no vamos a rendirnos. Son tiempos de valentía. ¡Estaremos en la boleta electoral en 2012!”.
—Entonces, ¿su gallina le va a ganar a Cordero? —se le preguntaba a una de sus fans, una joven de clase media de gorrito y guantes que, acompañada de su novio, bromeaba.
—¡Claro! Ella es la que tiene los huevos —se carcajeaba.
Eso sí, la ex secretaria de Desarrollo Social se cuidaba de no crear más divisiones luego de los rounds que ha tenido con Cordero, y llamaba a la concordia: “Estaremos en esa boleta electoral, pero la contienda del PAN no admite fisuras. Invito a la cohesión y a la unidad. Nuestros adversarios están afuera del PAN”.
Permeada por el optimismo, iba más allá: “¡Aquí, donde festejamos el triunfo de 2000, aquí, donde se manifestaba (Manuel) Maquío (Clouthier), vamos a venir a festejar nuestro triunfo el 1 de julio de 2012!”
Los suyos, ingeniosos, se acordaban de Enrique Peña Nieto y se arrancaban a corear:
“¡Falda, sí, copete, no! ¡Falda, sí, copete, no! ¡Ya llegó, ya está aquí, la que va a enterrar al-PRI!
A diferencia de su acto de registro en el PAN, donde acudió con miles de acarreados (20 mil asistentes, según el vicecoordinador de los diputados panistas, Carlos Alberto Pérez, por lo cual fue criticada), en esta madrugada los alrededor de 400 que estaban ahí parecían ser auténticos Josefinos. Sólo había un cuarteto de hombres que enarbolaban dos grandes lonas de “Guerrero con Josefina”, mantas tradicionales en actos proselitistas.
Ni siquiera había muchas figuras del panismo: la acompañaban el ex gobernador de Oaxaca Diódoro Carrasco; el ex alcalde de Tijuana, Jorge Ramos, el diputado Pérez Cuevas; el ex futbolista, Carlos Hermosillo, y el subsecretario de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez, quien se fue antes de que comenzara el pequeño mitin.
Ahí estaba Vázquez Mota, que acababa su discurso y bajaba las escalinatas y, al ritmo de El Sinaloense que tocaba un mariachi
Juan Pablo Becerra-Acosta M., Milenio, 19 de diciembre.

0 comentarios:

Publicar un comentario